Ampliación reforma e interiorismo de una vivienda unifamiliar aislada de una sola planta de los años 60 en el Maresme. Una antigua segunda residencia para pasar el verano, totalmente obsoleta, en una parcela de 800 m2 con un gran jardín, buenas vistas, bien orientada y muchísimas posibilidades.

Objetivo: Completar el programa existente ampliando la vivienda hasta agotar el límite de 3 metros de separación a vecinos.

Relacionar interior y exterior abriendo la nueva construcción al fondo y lateral del jardín integrando esta zona marginal de la parcela a la vivienda y al jardín delantero.

La cocina busca la relación con el exterior. En la zona de trabajo unos armarios suspendidos de aluminio son la referencia entre el interior y el límite de la parcela.

La zona de comedor recupera el espacio de una barbacoa exterior. El desplazamiento del cerramiento de vidrio formando esquina respecto de la fachada antigua permite abrir este espacio a orientación sur. Una terraza de madera a nivel de la vivienda amplia el espacio del comedor interior hacia el jardín.

Los baños se redistribuyen situándose en fachada y abriéndose al jardín posterior. El pasillo de acceso se aprovecha para ubicar la zona de los lavamanos.

La habitación infantil nace de la agrupación de las dos habitaciones posteriores. Se derriba el falso techo dejando libre la altura del forjado inclinado y se construye un altillo ganado sobre el pasillo y parte de la habitación.